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21 dic 2011

El homúnculo, nuestra realidad invisible


En 1950, el neurocirujano Walter Penfield, creó un tipo extraño con manos enormes, una boca enorme y de pies muy pequeños. Resultado de su investigación de las partes del cerebro encargadas de la función motora y sensorial.

Al estimular ciertas partes de la corteza motora o sensorial con una corriente eléctrica débil, se producía un estímulo a menudo hormigueo o movimiento en una parte del cuerpo, así construyó un mapa que asociaba la parte de la corteza con cada parte del cuerpo.


Penfield notó que el cerebro de los  humanos hace gran hincapié en el habla y en la manipulación de objetos, es por esto que tenemos grandes cantidades de corteza cerebral dedicadas a la boca, la lengua y las manos.

Es de hacer notar que diferentes especies tienen patrones diferentes, por ejemplo las ratas obtienen mucha información de sus bigotes, así que tienen grandes cantidades de corteza sensorial dedicado a sus bigotes.

El siguiente diagrama representa una porción de la corteza, cerca de la fisura de Rolando, que va desde la parte superior de la cabeza hacia el oído. El diagrama indica la ubicación y la cantidad de corteza dedicada a cada parte del cuerpo.

Esta graciosa representación para reflejar la porción de la corteza motora primaria que se encarga de cada área del cuerpo, se llama homúnculo motor ó homúnculo sensorial, en el punto # 22, por ejemplo (justo encima de la fisura lateral por el oído), la estimulación produce un reflejo de deglución. En el punto # 3, en la parte superior de la cabeza, los resultados de la estimulación producen movimiento de los pies.
En total, el mapa de las conexiones cerebrales para el cuerpo de esta banda en particular de la corteza tiene este aspecto, con la cantidad de tejido cortical representado por el tamaño de la parte del cuerpo asociada en el siguiente diagrama:





Llevando esta representación a una figura 3-D resultaría una extraña criatura, la cual  se muestra en la foto.

 Fuente: yalosabes.com