1 ene 2013

Latín para Hispanistas

Como dijo un lingüista contemporáneo, uno de los seguidores de la gramática generativa, encabezada por Noam Chomsky, “nothing happens to the language itself when it becomes a dead language, but only to its speakears”, nada le ocurre a la lengua latina, como lengua, por el hecho de que hayan desaparecido sus hablantes. Una lengua como la latina, gracias a la ingente cantidad de material escrito conservado, podría estudiarse y aprenderse perfectamente, incluso si sus hablantes hubiesen desaparecido de forma traumática, sin dejar otro rastro de su existencia. Lo cual no es el caso del latín, que ha pervivido en estas lenguas actualmente habladas: italiano, rumano, francés, catalán, español, gallego y portugués, las llamadas lenguas románicas, todas procedentes directamente de la lengua de Roma. Y el parentesco es tan estrecho que algunos lingüistas consideran que hay más diferencia entre el latín del s.VII-V y el del s.I a.C. que entre el latín de esta última fase y las lenguas romances.

Pese al auge de las lenguas romances, el latín se siguió utilizando como vehículo de expresión cultural durante un largo periodo de la civilización occidental, que tuvo su punto culminante en el s.XVI, en la época del Humanismo, en la que prácticamente toda la actividad artística, cultural y científica se expresaba en latín, convirtiéndose de este modo en una especie de “lingua franca”, que superaba las barreras lingüísticas de todo el Occidente, tanto anglosajón como latino. En latín se escribía la historia, la filosofía y la ciencia en general.

Pero si dirigimos la mirada desde la lengua a la otra cara de sus realizaciones artísticas, la deuda con el mundo romano es aún mucho mayor. La literatura clásica es el modelo en que se forjaron las literaturas nacionales hasta épocas bastante recientes. Durante el Renacimiento en España se escribió una enorme cantidad de poesía en latín, que ha sido recogida por nuestros estudiosos contemporáneos. Incluso un defensor del uso de la lengua castellana, Ambrosio de Morales, autor del Discurso sobre la lengua castellana, se rendía al encanto de la lengua latina en la expresión poética, al decir de un epigrama latino compuesto por él: “No lo trasladaré en castellano porque eso poquillo de donaire y parecer (si alguno tiene) se perdería todo pasándolo a nuestra lengua”.

Fuente: uned.es